Los filipinos que pudieron reinar. Reglas de wargame para la Guerra de Filipinas

Eduardo López

FUBAR Podcast

Eduardo López

Tras la adaptación que ya publicamos para la Guerra de Cuba del excelente reglamento para acciones coloniales de pequeñas unidades The Men Who Would Be Kings, que titulamos Los cubanos que pudieron reinar, le toca ahora el turno al wargame Guerra de Filipinas.

The Men Who Would Be Kings

The Men Who Would Be Kings, nuevo reglamento de Osprey Games para guerras coloniales, viene bajo la firma de Daniel Mersey, autor de otros exitosos reglamentos como Lion Rampant o Dragon Rampant. Si ya conoces estos otros títulos, tienes una idea clara de lo que vas a encontrar: un sistema fácil de entender al tiempo que una adecuada simulación del periodo para acciones de pequeñas unidades.

Armado de un sistema de puntos para equilibrar los escenarios (24 lo normal, que equivaldría aproximadamente a unas 50 miniaturas de soldados de infantería regulares o a un centenar de guerreros tribales, pero se puede jugar con menos o con más), representa a las tropas por medio de arquetipos adaptables, reproduce de forma acertada los diferentes tipos de terreno y equipos e incorpora un simpático sistema de características de los oficiales, que no solo serán “capaces” o “incompetentes”, sino que tienen habilidades o defectos personales, añadiendo ese sabor especial que marca la diferencia entre el wargame colonial y los demás periodos.

Y, como elemento original, incorpora reglas para jugar en solitario o con todos los jugadores en el mismo bando, permitiendo manejar al enemigo siguiendo una serie de patrones y tablas, o dejándolo en manos del siempre despiadado árbitro. Para no generar confusión con la versión original, en la adaptación siguiente se han mantenido los conceptos de juego y terminología del reglamento en inglés.

La guerra de Filipinas, 1896-98

Al contrario que en Cuba, la pugna de emancipación filipina no hunde sus raíces en conflictos previos. Durante siglos, la situación interna en las islas fue estable, donde aparte de los casos de bandidaje (y en los mares circundantes, piratería), tan solo es destacable la lucha de los «moros», quienes seguirían en armas contra los norteamericanos, y aún durante el siglo XX contra el Gobierno filipino.

Otra diferencia acusada entre Cuba y Filipinas es que, en las islas, existe un ejército al estilo del británico en la India: unidades con su propia numeración, con mandos y especialistas españoles, pero con una tropa mayoritariamente indígena. La lealtad (y bravura) de los nativos había permitido este escalafón propio, que solo necesitó de refuerzos metropolitanos al estallar la sublevación, debido a la deserción de buen número de clases de tropa, que engrosaron las filas de los rebeldes.

La Liga Filipina, fundada por José Rizal en 1892, pretendía que el archipiélago abandonase el régimen colonial para integrarse a las instituciones españolas (en un estatus de igualdad con las provincias de la metrópoli). Pero había muchas más, agrupadas en torno a logias masónicas o sociedades secretas (como parece de rigor en Asia), y que optaron por una vía más radical, como fue el caso de la «Venerable Sociedad Suprema de los Hijos del Pueblo» (en tagalo, Katipunan). Su figura más destacada fue Emilio Aguinaldo.

En 1896, los tagalos se sublevaron, iniciando una guerra de guerrillas. La respuesta del ejército colonial, al mando del general Polavieja, fue muy dura. José Rizal, acusado injustamente de complicidad con el Katipunan, fue fusilado. Tamaño error de las autoridades prendió la mecha de la sublevación, avivada ya por las noticias del nuevo levantamiento en Cuba, iniciado en 1895.

En 1896, miembros del Katipunan habían fundado la República del Kakarong en la localidad de Caracóng de Sile, provincia de Bulacán (isla de Luzón), donde crearon una auténtica fortaleza en torno a esta población, guarneciéndola con casi 6000 hombres, pero el 1 de enero de 1897 una columna de 600 soldados españoles tomó por asalto la fortificación, acabando con la efímera república.

La guerrilla, mal organizada, mal armada y para colma dividida, se vio incapaz de liberar el archipiélago. Sin embargo, los españoles tampoco conseguían imponerse a pesar de la represión y de sus victorias parciales; ante esta situación, Madrid sustituyó a Polavieja por Fernando Primo de Rivera, un general que comprendió la necesidad de negociar. A cambio de la rendición prometió iniciar un proceso de reformas, por lo que el 23 de diciembre de 1897, Primo de Rivera y los rebeldes firmaron el Pacto de Biak-na-Bato. Los líderes independentistas como Emilio Aguinaldo, emprendieron el camino del exilio, no sin antes recibir dinero del Gobierno español con el fin de asegurar su subsistencia en el extranjero. La paz, sin embargo, fue efímera, ya que a continuación entraron en escena los Estados Unidos… Pero eso es otra historia.

Ejército filipino

 Aunque técnicamente no existió tal cosa hasta el final de este periodo, usaremos este nombre simplista para referirnos a cualquier fuerza de los filipinos alzados contra España.

Tropas

Regulares de infantería

Para representar a las unidades más organizadas, constituidas normalmente en torno a grupos de desertores de las fuerzas españolas, emplearemos el perfil de Irregular Infantry, pero con la opción poorly armed inicialmente, con un coste base de 3 puntos. Esta característica representa adecuadamente la mescolanza de armas de fuego empleadas por los rebeldes durante todo el periodo.

Opciones:

  • Veteran (máximo 1 unidad; representaría a una unidad compuesta mayoritariamente por exsoldados).
  • Unenthusiastic (máximo 2 unidades).
  • Fieldcrat (cualquier unidad puede tener esta opción).
  • Well Armed (máximo 1 unidad. Tiene que usarse una unidad poorly armed por cada unidad mejorada a well armed).
  • Sharpshooters (máximo 1 unidad, que tiene también que ser mejorada a well armed).
Tropas a caballo

El caballo era algo costoso de poseer y mantener, no empleándose en labores agrícolas, por lo que los rebeldes tenían poco acceso a monturas, no contando tampoco con muchas personas con conocimientos o práctica en equitación. Aun así, y contando con desertores de unidades montadas españolas, se permitirá hasta 1 unidad, con el perfil de Irregular cavalry.

Opciones:

  • Unenthusiastic
  • Sharpshooters
Artillería

Únicamente si en el escenario, los filipinos empiezan tras atrincheramientos o fortificaciones, podrán contar con hasta 1 field gun, poorly drilled, en nuestra Field Force. Usaremos la regla de jamming (pese a no ser una ametralladora) para representar la escasez y la mala calidad de las municiones.

Reglas de ejército

De entre las reglas específicas de teatro (pp. 36-39), aplicaremos siempre las siguientes:

  • Limited ammunition.

Tropas

Infantería regular

Bajo esta denominación agrupamos tanto a la infantería de línea, como la infantería de Marina y Guardia Civil. También incluimos al Batallón de voluntarios (que incluía un gran número de veteranos previamente licenciados). Los representaremos con el perfil de Regular infantry,

Los batallones de cazadores y unidades de reemplazo, serán también Regular infantry, pero unenthusiastic, poor shots, a 4 puntos la unidad. La característica de unenthusiastic representa tanto unidades bisoñas, como aquellas que, viniendo de la Península, padecían el estrago de las fiebres tropicales, con su merma de efectividad. La de poor shots, el reducido entrenamiento de los quintos.

Opciones:

  • Elite ( representa a unidades veteranas) 0-2 unidades.
  • Sharpshooters (unidades equipadas con Mauser)

 

Guerrillas de infantería

Al igual que en Cuba, también en Filipinas hubo unidades de «contraguerrilla» (como la famosa de San Miguel). Utilizaremos el perfil de Irregular infantry.

Opciones:

  • Veteran (Cualquier número de unidades).
  • Fieldcrat (cualquier unidad puede tener esta opción).
  • Well Armed (máximo 2 unidades).
  • Sharpshooters (máximo 1unidad).
  • Mounted infantry (máximo 1 unidad, que tendrá que tener iguales o mejores características que la siguiente mejor unidad de guerrilleros utilizada, si se usan más de 1).

 

Caballería regular

Las unidades de jinetes peninsulares, así como los Tercios montados de la Guardia Civil, empiezan como unenthusiastic, 5 puntos.

Opciones:

  • Elite
  • Lancers (no parece que llegase a emplearse la lanza en campaña, aunque existió un Regimiento de Lanceros de Luzón, así que podrá equiparse a la unidad regular con este arma, a discreción de los jugadores)
Guerrillas montadas

El equivalente a lomo de las guerrillas de infantería. Dado su empleo móvil y versátil, podemos representarles como Irregular Cavalry. Máximo 1 unidad.

Opciones:

  • Veteran.
  • Well armed.
Artillería

El arma de Artillería, formada por unidades peninsulares, tuvo una excelente participación, aunque normalmente utilizando piezas de montaña, o ligeras, para facilitar la movilidad de las columnas. Encajan, perfectamente, con la descripción de Crewed Weapons del reglamento.

La representamos como Crewed Weapons, Well Drilled, Field Gun.

Reglas de ejército

De entre las reglas específicas de teatro (pp. 36-39), aplicaremos siempre las siguientes:

  • The climate.
  • «When prívate Widdle faces the Burpas» ( solo aplicar estas reglas a unidades de cazadores o bisoños peninsulares)
  • Deserción: (regla específica para este teatro) Utilizar únicamente si ambos bandos están de acuerdo. A lo largo del conflicto (sobre todo al inicio del mismo) hubo un importante número de deserciones de entre la tropa filipina, por lo que, antes de iniciar el despliegue, el jugador español realizará, para cada unidad de Regulares (de a pie o a caballo, pero no de artillería) una prueba de Discipline. Cada unidad que no supere la prueba pierde 1d3 miniaturas.

Escenarios

De los escenarios incluidos en el libro de reglas, los que mejor se adaptan a los combates en Filipinas son los siguientes:

  • B (en este caso, el atacante debería ser el español, pudiendo el filipino mejorar los muros, etc. a defensas más recias, con unos Structure points de 2 o 3 por cada sección de 3″).
  • C (ambos bandos, indistintamente, aunque la imagen de Baler, o de los puestos de la Guardia Civil parecen pedirnos que el defensor sea el español).
  • D (para este escenario, lo más apropiado es que el defensor sea el filipino).
  • E (el defensor debería ser el filipino).
  • F (ambos, aunque lo más habitual sería que el español sea el atacante).
  • G (el atacante debería ser el filipino).