Paul Brundsaux, leyenda de la Legión Extranjera Francesa
Javier Gómez Valero
1898 Miniaturas
Una vertiginosa carrera militar jalonada por campañas en confines tan distantes como Tonkín, Dahomey, Madagascar o el Sáhara, un arrojo merecedor de la Legión de Honor en tres categorías y una personalidad arrolladora marcaron la vida de Paul Brundsaux, personaje icónico de la Legión Extranjera Francesa.
Cuatro estatuas custodian el monumento a los caídos del 1.er Regimiento de la Legión Extranjera erigido en 1931 en la mítica base argelina del cuerpo en Sidi bel Abbès, y trasladado a Aubagne, Francia, en 1961. Cada una honra a los legionarios de cuatro épocas distintas: 1830-1840 (incluyendo el bautismo de fuego de la Legión, en la Primera Guerra Carlista), la campaña de México, las conquistas coloniales de 1885-1910 y la Primera Guerra Mundial. La tercera de ellas, correspondiente a lo que podemos considerar la edad de oro de la Legión, porta el rostro (y la exuberante barba de dos puntas) de uno de sus héroes, Paul Brundsaux.
Nacido en 1855 en la localidad lorenesa de Beaumont, en los Vosgos, en el seno de una familia acomodada (su padre era médico), Brundsaux tenía un físico imponente, esbelto, de 1,80 m de estatura, ojos grises y pelo castaño. Ingresó en la 59.ª promoción (1874-1876) de la academia militar de Saint Cyr, conocida como la Grande Promotion por el espectacular incremento del número de cadetes, que al calor del revanchismo tras la Guerra Franco-Prusiana pasó de los 250 de época imperial a 406, y que terminaría dando a Francia una provechosa cosecha: un mariscal, tres comandantes de cuerpo de ejército, cuatro generales de división y veintidós generales de brigada, entre ellos el propio Brundsaux.
Tras licenciarse en Saint Cyr se incorporó al Ejército Metropolitano, en el que pasó por varios regimientos antes de recalar en Túnez. En sus memorias, el general Tahon relata un incidente que marcaría su carrera, y que da muestra de su carácter:
«Brundsaux era teniente en el 4.º de Zuavos en Túnez cuando conoció a una joven cantante en un café concert. Entusiasta como era, se entregó por completo a su conquista, y durante unos meses llevó una vida alegre. Pero un día, habiéndole dicho su amante que estaba embarazada, no tuvo dudas de que él era el verdadero padre y, a pesar de los consejos de su coronel y de las súplicas de su padre, que había venido a Túnez, quiso a toda costa casarse con la futura madre. Denegada la autorización para casarse, renunció [al Ejército] para casarse libremente con la madre de su hija».
Paul Brundsaux en la Legión Extranjera Francesa
Sin embargo, el volcánico Brundsaux no estaba hecho para la vida civil y apenas unos meses más tarde, en julio de 1888, se alistó en el 2.º Regimiento de la Legión Extranjera, a título extranjero. Poco después partirá, junto con su familia, a Tonkín, un destino que siempre gozó de gran atractivo entre los reclutas por el exotismo del país y, especialmente, por la fama de las mujeres vietnamitas. La experiencia del soldado comenzaría con un viaje en vapor de cinco semanas de duración que, partiendo desde Marsella, hacía escala en Orán (donde embarcaban los efectivos de la Legión) y, tras atravesar el canal de Suez, en Colombo y Singapur antes de llegar a su destino final, Hai Phong, en el delta del río Rojo. Tras un primer contacto con la cultura vietnamita (en especial con el chum-chum, un nuseabundo licor de arroz), los recién llegados pronto se veían inmersos en una inclemente guerra de guerrillas en el asfixiante clima de las selvas y montañas del sudeste asiático, donde las fiebres y la malaria se cobrarían un alto peaje. Brundsaux permaneció allí de 1889 a 1891, donde alcanzó el grado de teniente.
Tras un breve paso por Argelia, en 1893 partirá de nuevo para participar en la conquista de Dahomey (actual Benín), donde el pueblo fon, antaño presa de los esclavistas yoruba, había constituido un poderoso reino. La “Prusia del África occidental” debía su fortaleza a su fuerte organización y militarización, que permitía a sus reyes levantar ejércitos de 12 000 combatientes, muchos de ellos “regulares” armados con armas de fuego obtenidas de los europeos a través del comercio con seres humanos. A pesar de llegar junto con refuerzos en la fase final de la campaña, cuando los aguerridos combatientes de aterradores machetes fon ya habían sido mayormente sometidos, los testimonios del momento dan fe de las agotadoras marchas y las constantes muertes por enfermedad (las bajas entre los legionarios alcanzaron como mínimo el 75%); de la ferocidad del enemigo, en especial de las célebres “amazonas de Dahomey”, mujeres guerreras que, armadas con carabinas Spencer y Winchesters de repetición y afiladas azadas, y desnudas salvo por una corta faldilla (que sus oficiales remataban con una humana que lucían engastada en plata sobre la entrepierna), luchaban como demonios hasta la muerte; y de la crueldad de sus ritos, en especial de los sacrificios humanos cuyos restos adornaban templos y el propio palacio real, cuya tan imponente como lóbrega puerta estaba construida con cráneos. Tras Dahomey, Brundsaux será nombrado caballero de la Legión de Honor y ascendido a capitán.
En 1895 partirá de nuevo para participar en la primera campaña de Madagascar, donde se distinguirá durante la ordalía en que se convirtió el avance sobre Antananarivo, 200 km por terreno rayando lo infranqueable que acuñaría la célebre expresión “marchar o morir”, durante el que muchos soldados cayeron por puro agotamiento o se volaron los sesos para poner fin a su miseria. De la casi nula oposición del enemigo dan fe las insignificantes bajas por combate, tan solo 13 muertos y 88 heridos… frente a casi 4500 fallecidos por agotamiento y enfermedad, un escandaloso 30% de los efectivos totales. En esta campaña Paul Brundsaux fue ascendido a jefe de batallón del 1.er Étranger.
Su vertiginosa progresión en el escalafón (tras empezar de cero en la Legión, había alcanzado ya a sus compañeros de promoción) no fue cortapisa a su explosiva personalidad. Tras batirse en duelo con un camarada a bordo del barco que les traía de regreso de Madagascar, de vuelta a Orán se dedicó a pegarse la gran vida, frecuentando café concerts junto con otros jóvenes oficiales, obligando bajo amenazas a las orquestas a tocar las marchas de la Legión y protagonizando diversos altercados. Por estas fechas, según recoge Tahon, “abandonó a su esposa y a su hija para juntarse con una negra”.
En 1900 participará en las operaciones en torno a los oasis saharianos del Sud-Oranais, en la difusa frontera entre Argelia y Marruecos al sur del Atlas. La ocupación del complejo de oasis del Touat, en territorio teóricamente argelino pero bajo la soberanía espiritual del sultán de Marruecos, despertó las iras entre los sectores más fundamentalistas del país vecino, que ante la inacción de Fez lanzaron constantes incursiones desde los oasis del Tafilalet. Raudos ataques de volubles harcas a caballo, tormentas que tardaban tan poco en formarse que en disolverse; ksares fortificados rodeados de auténticos vergeles en el medio del más desolador desierto; guerras santas y astutos caudillos deseosos de demostrar su baraka… este será el nuevo teatro de operaciones en el que se tendrá que desenvolver Brundsaux.
Para consolidar el avance francés en la región, puerta de acceso a la deseada conquista del Sáhara, afianzado por la construcción de una vía férrea, se mandó una columna al recóndito enclave de Igli al mando del coronel Bertrand, compuesta por un batallón de “turcos” del 2.º Regimiento de Tirailleurs Algeriens, el V/1.er Étranger de Brundsaux, la 1.ª Compañía (Montada) del 2.º Étranger, medios escuadrones de Spahis y Chasseurs d’Afrique, una sección de cañones de montaña, destacamentos de zapadores y los imprescindibles goumiers y meharistes. En total, 2000 hombres y 2000 camellos que sufrirían por igual en este entorno tan inhóspito, al igual que Tonkín o Madagascar, mucho más letal para los europeos que las balas enemigas. Las condiciones eran tan extremas que las columnas de suministros enviadas a Igli podían perder hasta 50-60 camellos al día (se calcula que unos 9000 entre marzo y noviembre de ese año, y la vertiginosa cifra de 60 000 animales muertos entre 1900-1903, un desastre irreparable para la economía local). Por estas acciones en el Sud-Oranais Bundsaux fue nombrado oficial de la Legión de Honor en 1901.
Tras servir de nuevo en Madagascar, a finales de 1903 el ya teniente coronel Brundsaux se incorporó al 12.º Regimiento de Línea, donde sirvió durante dos años antes de reintegrarse en el 1.er Étranger, al frente del cual marchó de nuevo a Tonkín, para operar entre 1906 y 1908 en la región de Viet Tri, donde hará de nuevo gala de su imperturbable bizarría bajo el fuego enemigo. Tras esta última campaña decidió abandonar la Legión Extranjera para regresar al Ejército con el rango de coronel, donde permanecerá hasta su retiro definitivo, por motivos de salud, en julio de 1916, en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial. Para entonces era general de brigada y comendador de la Legión de Honor. Paul Brundsaux falleció el 2 de enero de 1930.
Hoja de servicios de Paul Brundsaux incluida en su expediente de la Legión de Honor:
- Túnez, del 10 de abril de 1882 al 22 de mayo de 1884
- Argelia, del 30 de julio de 1888 al 22 de febrero de 1889
- Tonkín, del 23 de febrero de 1889 al 10 de agosto de 1891
- Argelia, del 11 de agosto de 1891 al 9 de septiembre de 1893
- Dahomey, del 10 de septiembre de 1893 al 18 de abril de 1894
- Argelia, del 19 de abril de 1894 al 2 de agosto de 1895
- Madagascar, del 3 de agosto de 1895 al 27 de diciembre de 1895
- Argelia, del 28 de diciembre de 1895 al 4 de marzo de 1900
- Región del Sáhara, del 5 de marzo de 1900 al 22 de marzo de 1900
- Argelia, del 23 de marzo de 1900 al 25 de marzo de 1900
- Operaciones en la región de los oasis saharianos, del 26 de marzo de 1900 al 20 de noviembre de 1900
- Argelia, del 21 de noviembre de 1900 al 9 de marzo de 1902
- Madagascar, del 10 de marzo de 1902 al 13 de septiembre de 1903
- Argelia, del 14 de septiembre de 1903 al 1 de febrero de 1904
- Argelia, del 14 de julio de 1905 al 17 de marzo de 1906
- Tonkín, del 18 de marzo de 1906 al 11 de mayo de 1908
Bibliografía
Porch, D. (1982): The Conquest of Morocco. New York: Farrar, Straus and Giroux.
Porch, D. (1991): The French Foreign Legion. A Complete History of the Legendary Fighting Force. New York: Harper Collins Publisher.
Windrow, M. (2010): Our Friends Beneath the Sands. The Foreign Legion in France’s Colonial Conquests 1870-1935. London: Weidenfeld & Nicolson.
«Un personnage hors du commun: l’une des quatre statuts du Monument aux morts de la Légion», en www.legionetrangere.fr